Los postres y confituras también se encuentran entre los elementos más famosos de la tradición culinaria española. Las recetas son pasadas de generación en generación de mujeres (¡aunque hoy en día son los hijos los que se las piden a sus madres!). Cada familia española tiene su postre favorito propio, y los españoles pueden discutir hasta el día del juicio final qué familia los hace mejor.
Como muchos platos españoles, muchos postres tienen influencia árabe, ya que ellos fueron los primeros en cultivar y consumir almendras y miel, dos ingredientes fundamentales de un buen puñado de postres españoles.
Pero sin monjas, muchos postres no existirían, especialmente aquellos sin productos animales (recuerda que cualquier carne, salvo el pescado, está prohibida durante la Cuaresma). Durante siglos las monjas de los conventos han elaborado pasteles, galletas y otras especialidades para vender, e incluso ha sido su segunda fuente de ingresos.
Se conocen pocos datos de la elaboración de postres en España antes de la llegada de los romanos. Se cree que ellos elaboraron pasteles con miel en aquel tiempo, ya que la miel era un producto dulcificante tradicional. Por ello, la tradición postelera española despegó realmente a partir de la llegada de los romanos a la Península Ibérica. Los romanos trajeron unas cuantas técnicas nuevas para la elaboración de postres y platos dulces, como el uso del sirope de vino y la miel. En aquellos tiempos había una gran variedad de panes dulces y pasteles hechos en España.
Los árabes también contribuyeron al desarrollo de los dulces y puddings españoles al introducir la caña de azúcar en el país. Hay registro de que los árabes refinaban caña de azúcar en España en el siglo IX. Esta nueva y revolucionaria sustancia ayudó a desarrollar los pasteles españoles en especial. Las almendras también comenzaron a ser usdadas durante la estancia árabe en España, lo que llevaría con el tiempo a la elaboración de uno de los más típicos dulces de la gastronomía española, el mazapán.
Con la mezcla de religiones en España -cristianos, judíos y árabes conviviendo juntos- dio lugar a la tradición de pasteles y postres relacionados con épocas religiosas. entre los postres judíos de esa época que todavía sobreviven hoy en día están las roscas, que se comían en las celebraciones judías del Sucot, o Fiesta de los Tabernáculos. sin embargo, tras la Reconquista y la expulsión de las otras dos religiones, fue la cristiana la que se encargó de la sección de postres en España. Durante muchos siglos después, la invención de postres provenía directamente del interior de los conventos. Hoy en día, muchos de esos postres siguen siendo elaborados por monjas y tienen una fuerte asociación con festividades religiosas cristianas como la Semana Santa o la Navidad.
Con el descubrimiento de América, muchos más ingredientes pasaron a formar parte de la gastronomía española, entre los que estaba el chocolate. Este ingrediente en particular no causó una gran impresión en algunos de lso postres ya existentes en España, pero al combinarlo con churros se creó el archifamoso plato -favorito de los madrileños- llamado chocolate con churros. Otros ingredientes importantes usados en la confección de postres españoles y que provenían del Nuevo mundo son la canela, la vainilla y el café. De hecho, muchos de lso postres que conocemos hoy en día no habrían existido de no haber sido por la conquista española de América del Sur.
Hoy, muchos otros postres sólo se consumen en ocasiones especiales como la Navidad o la Semana Santa, y poca gente los elabora en casa. Aún se pueden encontrar viejos conventos que fabrican algunos de estos postres y que usan el dinero como un ingreso secundario. Sin embargo, es una pena que estos dulces se puedan perder, así que por qué no intentas hacer alguno de ellos tú mismo. Si pinchas sobre alguno de los enlaces al final de la página puedes encontrar más datos sobre la historia de algunos de lso postres favoritos de los españoles, así como unas sencillas recetas para su elaboración casera.
Así que no tengas miedo y prueba cuantas puedas de estas creaciones celestiales, ¡no te arrepentirás!
