Aquellos que estudian español en España puede que hayan acrecentado su interés por las estupendas playas y envidiable tiempo de España, o incluso por la famosa cocina española. Aunque no fue siempre así. España recibió muchos visitantes en el siglo XIX que viajaban por el país y describieron las costumbres gastronómicas españolas y sus platos en sus libros. Alejandro Dumas realizó un largo viaje gastronómico a lo largo del país por varias regiones de España, escribiendo multitud de notas al respecto en su famoso libro de gastronomía. Hubo otros también, como el británico Robert Ford, y los escritores franceses Prosper Mérimée y Théophile Gautier, entre otros. sin embargo, no todo el mundo era aficionado a la cocina española, y algunas crónicas tienen un cierto tono negativo, especialmente cuando se refieren al exceso de ajo y al uso en demasía del aceite.
El siglo XIX fue un siglo de fuerte influencia francesa en la cocina española debido a muchos factores, empezando por la dinastía reinante, los Borbones, que decidían qué se cocinaba en la cocina de la Corte. en muchos casos, los libros de cocina franceses se traducían al español, mientras que en Francia ocurría una renovación de las artes culinarias conocida como cuisine classique. Con toda certeza, estos cambios apenas afectaron a la cocina que se servía en la Corte española, donde preferían mantener los métodos de cocina de los siglos anteriores.
Por desgracia, los libros de cocina usados ene ste tiempo no eran sino traducciones del francés al español, y no aportaban ninguna información sobre las costumbres gastronómicas españolas. Hay una notable diferencia, sin embargo, entre el estilo de la clase alta francesa y la cocina popular española que se servía en posadas, mesones, albergues, tabernas y bares. La gastronomía de las clases bajas estaba enterrada en siglos de viejas tradiciones y apenas recibió influencia de la cocina francesa. Este tipo de cocina no era del gusto de los viajeros.
Pero también había sitios donde las clases altas podían comer. Era su deseo de bebidas frías, especialmente en Madrid, lo que contribuía a la elaboración de bebidas heladas, como los sorbetes, granizados, helados y horchatas de Valencia. Las bebidas frías fueron una sensación en España, a pesar de que los médicos no sabían si recomendar o desaconsejar su consumo.
En 1839 abrió un nuevo restaurante exclusivo en el centro de Madrid. Se llamaba Lhardy, y fue uno de los primeros restaurantes en ofrecer un menú completo a precio fijo, algo que terminaría por convertirse en una costumbre gastronómica española. Se convirtió en el lugar donde los adinerados de la corte se reunían al final del siglo XIX, y aún puedes ir allí hoy en día si visitas Madrid. Otros establecimientos similares pronto le seguirían, y no sólo en Madrid, sino también Barcelona.
La cocina de Madrid comenzó a ser apreciada dentro de la cocina española, las cafeterías estaban llenas, y pronto ofrecían sus propias adaptaciones de platos franceses. Las vías del tren comenzaron a transportar a grandes números de pasajeros a los grandes centros urbanos y a las capitales de la región, y especialmente a Madrid. Estos viajeros tenían que comer y, viendo esta necesidad, abrieron nuevos restaurantes como setas ya que daban beneficios gracias a esta masa itinerante de gente que viajaba a la ciudad.
Pero el siglo XIX trajo aún más cambios: se inventó el automóvil y llegó más gente a la ciudad. Por primera vez surgieron y se difundieron conceptos relacionados con la nutrición. Por primera vez, palabras como calorías, hibratos de carbono y vitaminas entraron en el vocabulario popular, lo que también significó cambios en las dietas, ya que la gente comenzó a preocuparse por comer comida más sana.
El final del siglo XIX y el principio del XX vieron el surgimiento de libros de cocina españoles. En 1917, un famoso periodista español escribió un libro titulado "La cocina práctica", que pronto se convirtió en uno de los libros de cocina españoles más emblemáticos. Sin embargo, no todo iba a ser un camino de rosas para España, ya que fue en esta época cuando España comenzó a perder sus colonias, lo que tambieĀ“n tuvo un efecto notable sobre la gastronomía del país.
Pero aún faltaba bastante por llegar. Si quieres saber cómo se desarrolló la cocina española en el siglo siguiente y más allá, visita nuestra página sobre gastronomía española del siglo XX.