Origen: Norte de España- Castilla y León, Galicia, Asturias
El licor de orujo es originario de España, aunque está relacionado con otras bebidas espituosas destiladas a lo largo de la zona mediterránea, como son la grappa italiana, el marc francés o el tsiroupo griego.
El licor de orujo se obtiene de la destilación de las partes sólidas de la uva que quedan tras pisotear o exprimir la uva, básicamente la piel que fermenta. Esto muestra el ingenio de los españoles al producir algo a apartir de los que es básicamente un producto de deshecho.
La destilación del alcohol tiene su origen en la Antigua Grecia y Alejandría. ésta última ciudad era el eje cultural del Mediterráneo durante los siglos 2 y 3. con el desarrollo de la cultura árabe en los siglos sucesivos, la alquimia fusionó el conocimiento de otras culturas y lo aplicó a la destilación de alcohol. De hecho, alcohol es una palabra árabe. Fueron, de hecho, los árabes los que introdujeron la tecnología en España, iniciando la creación de múltiples licores españoles como el licor de orujo, entre otros.
Desde el comienzo, los destilados han recibido propiedades medicinales y milagrosas. Sien ambrago, no fue hasta 1663 que apareció una referencia a los alambiques utilizados en la destilación del orujo. El monje jesuita alemán Atanasio Kircher publicó un tratado de química en el que describe el uso de los restos de la elaboración del vino para obtener el licor de orujo.
Sin embargo, el orujo no ha tenido una historia fácil. Desde la producción de los primeros orujos el gobierno le impuso fuertes tarifas de impuestos, y durante el siglo XIX hubo una prohibición de la elaboración y consumo de licores fuertes y bebidas destiladas. Sólo a comienzos del siglo XX hubo alguna concesión a la destilación de orujo, aunque plagada de obstáculos.
En aquel tiempo, un número reducido de expertos iban de ciudad en ciudad instalando alambiques. Era un servicio a domicilio para producir licor de orujo de la cosecha de la uva y la roducción de vino. El producto destilado equivalía a la cantidad de hollejo proporcionado, menos el porcentaje que el destilador se llevaba como comisión.
Hoy en día las cosas son algo distintas, y la producción ha de llevarse a cabo bajo un estricto marco legal. A pesar de esto, hay cierta permisividad hacia la producción clandestina (que algunos consideran casera).
El licor de orujo se produce y consume principalment en el norte de España, principalmente en León, Asturias y Galicia, pero en otras zonas de España se puede encontrar orujo en cualquier bar o restaurante.
Existe un festival para celebrar esta bebida española que se celebra cada año en el segundo fin de semana de noviembre en la ciudad de Potes, la capital de la región de Liébana en Cantabria. El festival comenzó en 1991 y consiste en varias catas de orujo producido en la región, acompañadas de música tradicional y un mercado de estilo medieval. El orujo de Liébana está muy bien considerado, y se lleva produciendo en la región desde la Edad Media. si eres un amante de las bebidas espirituosas, no deberías perderte este festival si tienes ocasión de participar.
En Galicia también usan el licor de orujo para producir una bebida llamada Queimada. Los ingredientes principales de esta mezcla son licor de orujo, azúcar, y alguna rodaja de limón y naranja, aunque alguna gente también le añade café en grano. Una vez realizada la mezcla, se le prende fuego, y sólo se paga cuando las llamas se vuelven de un brillante color azul. Sin embargo, esta bebida se ha vuelto muy popular por la costumbre de recitar un conjuro durante su preparación. Esto ha llevado a la creencia de que esta bebida se inventó durante la época de los Celtas en Galicia, aunque se ha revelado como una creencia falsa - principalmente porque el licor de orujo es una bebida destilada, y la tecnología para realizar este proceso apareció en España con la llegada de los árabes a la Península Ibérica.
Si en algún momento decides pasar una temporada en España, asegúrate de probar el licor de orujo. Es fácil de encontrar en bares y restaurantes donde se suele servir en forma de chupito tras las comidas. ¡Y si te sientes especialmente valiente, puedes incluso probar a hacer tu propia queimada!
